Yo seguiré en pie el 9 de marzo, ¿y tú?

He mencionado ya antes, en mi otro blog, y lo repito cada vez que alguien menciona el Mes de la Historia de la Mujer o el Día Internacional de la Mujer: no me gusta mucho. Diré por qué.

Veo varios problemas con estos Meses Internacionales de Minoría-Que-Ignoramos-el-Resto-del-Año. No sé exactamente cómo decirlo muy elocuentemente, así que aguántenme’ahi.

El problema, en mi opinión, no está dentro de la comunidad feminista, ni la comunidad feminista que no se dice feminista porque es una palabra “demasiado fuerte” en la cultura dominante, pero que son bajo toda definición feministas. Esta gente es la que celebra y considera profundamente el rol de la mujer todos los días, esta gente es la que no necesita realmente el Mes o el Día de la Mujer de cualquier manera. Y entiendo como reclamar y re-apropiar un mes por y para nosotr@s está chido, pero el activismo no es sólo acerca de ver a la misma gente en cada evento feminista, sino preferentemente ver más nuevas caras cada vez.

No digo que tenga yo la solución a esto. Es un gran problema para cualquier organización de cualquier tipo – como hacer creyentes a los que normalmente no lo son.

Y es que, por un mes, sí vemos una que otra nueva cara. Sin embargo, – y lo he visto una y otra vez y he hablado de esto con otras personas – como si fuera una tarea escolar el asistir durante ese mes, esas caras desaparecen por el resto del año, acaso para reaparecer al siguiente año. Por un mes, y para latinoamérica más probablemente por un día, varios toman ciertos minutos de su rutina para pensar qué tan chingonas son las mujeres y cómo sus derechos importan – y sí, a esa profundidad llega el análisis para la mayoría de la gente que conozco fuera del mundo activista – feminista – de ciencias sociales. Después de ese día o ese mes, siguen con su vida usual, con su privilegio usual intacto. [No olvidemos que parte de ese privilegio es que un hombre sale de un evento feminista y puede olvidar lo que aprendió, sin consecuencias. Una mujer no puede olvidar su historia y su lucha, jamás.] Siguen con su vida, y no es que sean malas personas, pero han sido socializados en roles sexistas, actitudes, sexistas, creencias y prácticas sexistas. Pareciera, entonces, que un día o un mes o no es suficiente, o no lo estamos haciendo suficientemente bien como para que importe y haga una diferencia.

Es como si la historia de la mujer, su lucha y sus derechos, fueran cosa de marzo solamente. Los derechos, necesidades, experiencias de la mujer son un asunto de todo el año, de toda la vida. [La historia de la gente negra sucedió y sigue sucediendo cada mes del año, no sólo febrero. Ellos llevan reclamando sus derechos y su igualdad cada día de cada año, no sólo el día de Martin Luther King.] Y nosotros – y por nosotros me refiero a todo aquel que lea este blog y encuentre algun tipo de significado en las palabras “Las mujeres, minorías raciales, gente discapacitada, no-heterosexuales, no-cisgender también son seres humanos” – necesitamos que eso quede claro. Nosotros debemos reclamar nuestro lugar en la educación formal, en las clases de historia, en museos de arte, en cada foro donde se comunica “conocimiento”. Debemos reclamar el mainstream cada día del año, no conformarnos con las caras familiares. Debemos admitir que aunque sea algo que una feminista no dice, necesitamos a los hombres si queremos verdadera igualdad. Necesitamos educarlos y necesitamos que entiendan que somos aliados, y que el sexismo los afecta muchísimo a ellos también. Necesitamos poner más atención a por qué muchas mujeres están en contra del feminismo (no solamente descartarlas como víctimas del patriarcado), cómo cambiar eso.

Yo, yo reclamo (aunque suene yo como una perra aguafiestas) cada que alguien me felicita por ser mujer el 8 de marzo.

Ser mujer (que, por cierto, ¿qué coño significa eso? ¿Tener cromosomas xx? ¿tener una vagina? ¿vestirme cómo chava? ¿tener senos? ¿identificarme cómo una “ella”? LA GENTE ASUME MUCHAS COSAS) en sí no es un logro. Nunca rendirnos en nuestra lucha por reclamar lo que es nuestro como seres humanos, tras siglos de opresión, después de tanto daño que se nos ha hecho y se nos sigue haciendo, ESO es un pinche logro.

No necesito que me felicites por no haber nacido con un pene (¿o sí? no asumas tonterías, chico cisgénero). Necesito, si realmente me quieres celebrar, que leas acerca de nuestro pasado y nuestro presente – te incluyo unos enlaces para que veas qué chida soy -, que grites “¡patrañas!” cada vez que la educación formal y los medios ignoren nuestra historia y experiencias, que evalúes tu propio privilegio masculino, que te unas a mi lucha. Necesito que estés a mi lado, en la línea de fuego, el primero de abril, y cada día que sigue.

Algunas aclaraciones y más información:

Cisgénero – Wikipedia, la enciclopedia libre

En México, el Día de la Mujer debería ser una fecha de luto: Norma Andrade

Estadísticas mundiales sobre la violencia de género

La mujer en Colombia en cifras

UNIFEM identifican retos en la igualdad de género del Cono Sur

te quiero libre